ESTA NAVIDAD

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La Navidad se acerca,falta tan poco para su celebración.Para muchos una fiesta que dejó de ser cristiana ,para convertirse en una fecha de desmesurado  consumismo.

Personalmente,me transporta a una edad con muchos recuerdos tristes. Tuve una niñez con muchas privaciones...
Celebrar la navidad era una hermosa quimera,inalcanzable, lejana,ausente en mi precaria existencia... no podía pretender ser como los demás niños. A mi corta edad pude entender que la vida ,no siempre es justa.

Llegada la noche,recorría esperanzada los alrededores del mercado,de las tiendas ,observando las adquisiciones del gentío, cada  uno iba a lo suyo.

Los escaparates lucían sus mejores galas,prestos a llamar la atención de sus potenciales compradores.

Nada ,nadie podía remediar mis carencias,mis manos apretaban el puño,llena de impotencia; era muy pequeña para descubrir como funcionaba el mundo de los mayores.

Aquella noche ,nuestra mesa no tenia nada nuevo que ofrecer,no había una cena digna, solo mendrugos y tristeza en nuestros infantiles rostros.

Las casas del vecindario se llenaban de cánticos navideños, luces de todos los colores, gritos de alegría de los pequeños al abrir sus regalos. Podía sentir su algarabía.

Mi corazón se estrujaba,no era capaz de entender ese mundo tan disparejo,tan desigual. Aquella noche solo podía aspirar a mirar detrás de los cristales,asomaba curiosa...¡eran tan dichosos!

En el fondo esperaba un milagro,soñaba una historia con un final radiante,de esos que leía en los cuentos,aquellos que describían un mundo de extrema felicidad para todos.

Al día siguiente mis pequeños amigos, solían ser ruines.A sabiendas que no tendría ningún obsequio ,se mofaban de mi miseria.

Ellos disfrutaban de sus regalos, cada quien presumía de lo suyo.

Me acercaba pese a sus crueles ironías, para siquiera tocar sus juguetes.Me fascinaban aquellas hermosas muñecas,tenían sedosos cabellos,ojos que se abrían y cerraban,todo lo que la tecnología de aquella época lo podía permitir.

Hoy el tiempo ha pasado,aún puedo percibir esas emociones, siento dolor y tristeza por todos aquellos niños, niñas que se quedarán sin un juguete en esta fecha.

Porque cuando la pobreza aprieta, no caben los sueños , solo sueños  son.

Por mi hijo aprendí a amarla otra vez,él con su inocencia, me enseñó a quererla nuevamente, a través de sus ojos pude visualizar los colores intensos y prodigiosos del vivir con ilusiones ,con fe y esperanza de un mundo mejor.

¡Enseñen ,vivan! una navidad basada en el amor,respeto, humildad,en la solidaridad para con los menos afortunados.

¡FELIZ NAVIDAD PARA TODOS!

FLOR OLIVA.